¿Faros opacos o rayados? ¡Repáralos así!

Los faros de un coche son muy importantes para la seguridad del coche pues nos permiten conducir de noche y en situaciones meteorológicas complicadas para aumentar la visibilidad.

Sin embargo, con el uso, los faros se van degradando y es importante darles mantenimiento para que funcionen de forma óptima.

Si tu coche tiene varios años o ha estado expuesto a algún factor ambiental, es posible que los faros se hayan rayado o vueltos opacos.

La ventaja es que los faros opacos o rayados se pueden reparar e incluso puedes hacerlo tú mismo, solo es necesario seguir unos sencillos pasos.

• En primer lugar, hay que detectar si el daño se encuentra al interior o al exterior del faro. Si detectas humedad por dentro, tienes que retirar el faro y secarlo y limpiarlo. Sin embargo, si sientes que el exterior del faro se siente áspero, es que el daño está por fuera. 
• Si detectas humedad atrapada dentro del cristal, esto significa que existe una fuga en algún lugar del ensamblaje del faro. Si este es el caso, la limpieza de la parte exterior del cristal solo mejorará mínimamente la apariencia y la salida de luz. Es probable que sea necesario limpiar, secar y sellar el interior del cristal para evitar que ingrese más humedad.
• Los faros con daños internos por agua requieren mucho más trabajo para limpiar. En este caso, puede resultar más sencillo reemplazar el cristal en lugar de repararlo.
• Usa detergente para coches y un trapo de gamuza para tallar con fuerza el faro y remover residuos de tierra, mugre adherida e insectos pegados.
• Compra un kit de reparación de faros en una tienda de partes de automóviles. Asegúrate de escoger un kit que incluya papel de lija, pulidor para cristales y sellador para conseguir los mejores resultados. 
• Utiliza un papel de lija de grano 1000 húmeda para lijar el cristal del faro hasta que se sienta lisa, debe escurrir una sustancia lechosa que se irá aclarando a medida que avances. Ya que el faro se sienta liso, sécalo y aplica compuesto pulidor.
• Después de pulir los faros aplica abrillantador para que dure el efecto de la pulida y para sellarlo.

Siguiendo estos pasos, tus faros conservarán su transparencia durante muchos años.

Si los faros están muy dañados, conviene que los reemplaces cuanto antes por seguridad.